Después de visitar la exposición La Dama de Corinto. Un esbozo cinematográfico de José Luis Guerin, y con la cabeza llena de mitos, sombras, escenas mudas y proyecciones en blanco y negro, comenzamos a experimentar en el taller Ausencia y Esencia.



Descubrimos un instrumento que a algunos les pareció casi arqueológico: el proyector de transparencias.
 

Exploramos las posibilidades de la proyección en la pared, el suelo y el techo. También la escala y nitidez de las imágenes.



Como habíamos visto en la exposición creamos nuestras propias sombras reales e imposibles buscando la expresividad. 


















Hicimos un gran descubrimiento: la relación de la luz con lo opaco, lo translúcido y los transparente.

Y con estos elementos nos dispusimos a componer escenas donde lo abstracto se convertiría en figurativo.
Con algunos grupos manejamos manchas cortadas al azar y lo primero que descubrimos fue que las mismas manchas podían componer diferentes escenas.



 


Nos dimos cuenta de que en el lenguaje de sombras los personajes podían ser muy simples y a la vez muy expresivos. Y que un solo elemento podía variar totalmente la escena.
 También probamos a conseguir diferentes acciones y expresiones corporales moviendo los elementos que componen el personaje.

 












Con este punto de partida nos lanzamos a construir nuestras escenas bajo una única consigna: tenía que estar ocurriendo algo y, como en toda buena escena muda, debíamos poder entenderla.

Revolvimos y buscamos piezas hasta encontrar las adecuadas.



Compusimos imágenes expresivas.




Hicimos algunos descubrimientos sorprendentes.



¡Y hasta nos visitó el artista!



Y así disfrutamos viendo nuestras creaciones en grande.

 


Os mostramos algunos ejemplos:

No hay comentarios: